La violenta muerte de Jimena Salas conmovió a Vaqueros. El municipio que colinda con la Capital fue habitualmente un lugar de descanso donde muchos salteños optaron por construir casas de veraneo por la tranquilidad del lugar. Pero en los últimos años esto cambió como consecuencia del crecimiento poblacional y la escasez de terrenos en la ciudad de Salta para la edificación de viviendas.
Desde que Vaqueros comenzó poblarse en los últimos años fue perdiendo su tranquilidad y comenzó a evidenciar problemáticas sociales vinculadas a la violencia y la delincuencia. “Es muy grave lo que pasó. Es algo de lo que no había antecedentes en el municipio. Los vecinos están consternados”, expresó el intendente Daniel Moreno en diálogo con LA GACETA.
El jefe comunal aseguró que lo acontecido en la casa del tranquilo barrio San Nicolás merece respuestas inmediatas y por eso señaló la necesidad de replantear, junto al Gobierno provincial, la seguridad en Vaqueros.
En este sentido Moreno afirmó que en los últimos cinco años se registró un aumento de hechos delictivos con robos en hogares y en la vía pública, sobre todo en horas de la tarde. “En la mayoría de los casos roban artículos tecnológicos que hay en las casas o también se roban materiales de construcción, pero esta es la primera vez que pasa algo tan violento”, remarcó.
Pese a haber pasado de poseer un destacamento a una comisaría y haber sumado personal de la fuerza de seguridad, el crecimiento de la delincuencia preocupa a los vecinos de la zona.
Para reducir la inseguridad Vaqueros todavía espera poder instalar las cámaras de seguridad que la Provincia le entregó pero que aún no puede poner en funcionamiento. “A nosotros nos tocaron 12 cámaras de seguridad pero el incumplimiento del contrato que la empresa Claro contrajo con el gobierno nos perjudicó porque no se pudo implementar el sistema”, destacó el dirigente del Partido de la Victoria.
