Ante un estadio de Racing repleto, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cerró su campaña a senadora por la Provincia de Buenos Aires y centró su discurso en poner freno al gobierno de Mauricio Macri y a su política de endeudamiento y de “darle la espalda al pueblo”.
“Aunque no seas peronista te tenés que dar cuenta que lo que está pasando no es bueno para la Argentina”, dijo la ex mandataria después una introducción en clave justicialista a un día del Día de la Lealtad. Por eso se preguntó por quiénes votarían Perón y Evita de estar vivos y se respondió: “Evita, a Cristina, y Perón, a Taiana”. Y a la vez, llamó a la unidad del peronismo al preguntarse: “¿Qué diferencia puede separarnos a los que somos peronistas frente a un gobierno que esté haciendo las cosas que esté haciendo?. Hoy ser peronista es decirle basta ya al gobierno de Macri”.
Pero su discurso buscó ampliar la base de su electorado y continuó con sus críticas al gobierno macrista, en una estrategia de polarización de los votos y en la búsqueda del voto útil. “Tenemos un gobierno que prometió el oro y el moro, que prometió pobreza cero, que prometió que no iba a haber tarifazos, que ningún trabajador pagaría impuesto a las ganancias, que todo lo bueno se iba a respetar y que sólo se mejoraría lo que estaba mal. Y hoy aquí, después de 20 meses de gobierno, podemos comprobar que la única lealtad de Macri es a los grupos concentrados de la economía, lealtad a las mineras, lealtad a los fondos buitres, a su familia, a sus amigos, a sus socios, a Edenor, a Edesur”. Y continuó: “Estamos a tiempo de poner un límite, no dejemos que estas políticas sigan avanzando y endeudando al país, estamos a tiempo de decirles ‘así no, así no, así no’. Por favor, no es cuestión de partidos, es cuestión de sentido común y patria, siempre la patria. Y tenemos el compromiso fuerte cuando decimos que Taiana, o todos los compañeros y compañeros de Unidad Ciudadana, nunca van a levantar la mano contra los intereses de las clases trabajadores, de la clase media”.